Archive for the ‘clarodeluna’ Category
Amor
Posted 21/11/2008
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¡Qué ganas de mirar tus ojos!
Me hinco en tu pupila por tocarlos
y el otoño se deshoja por rozarlos
cuando se abren en sus ramas.
¡Qué ganas de mirarte toda!
Nacer desde tus manos
a la suavidad del pétalo,
a la frescura de un manzano
que se endulza desde el árbol,
a la hermosura de tu encanto.
Saborear la danza, como el colibrí,
que en su cotidiano aletear
seduce a la flora: le habla,
la corteja y la bendice.
¡Qué ganas de besarte toda!
Tener la boca que refresca y ama
y seduce y sólo a mí me llama
porque habla de mi boca.
¡Qué ganas de sentirte toda!
Y regalarte un beso cuando oigo
la palabra que me nombra
y me vuelve dócil en tu aroma.
¡Amor! Me llamas y trastocas,
me agitas y emocionas,
me vuelves todo y nada
y no encuentro más respuesta que mi boca.
¡Qué ganas de tocarte!
¡Qué ganas de palparte!
Vibro y siento los latidos
y no hay respuesta más allá
que mi boca que te toca.
¡Qué ganas de besarte!
¡Qué ganas de besarte toda!
Salvador Pliego.
Era un poeta
Posted 11/11/2008
on:- In: clarodeluna | poesía | Salvador Pliego | sentimientos
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Era un poeta que soñó la luna
y la guardaba en la palma de la mano,
y nunca abría el puño
para que no se le escapara.
Y todas las mañanas al sol le platicaba
de la luna parda
que escondida estaba en su ventana,
y de la ardilla calva
que del árbol se colgaba
y con ella recitaba.
Era un poeta que al corazón besaba
y de sueño en sueño
las barbas le mojaba,
y sentía que volaba
cuando sus latidos le pulsaban.
Era un poeta que subía a la cruz
en su escalera,
para bajar al cristo de su cabecera,
y le rezaba y le rogaba
que se fuera al mar,
al que siempre le miraba.
Y de lejos señalaba
la barca azul dorada
donde a veces se embarcaba.
Y navegaba y navegaba
hasta alcanzar la curva
en que la mar se desbordaba.
Era un poeta que se perdió en la mar
y su voz versaba
cuando la ola reventaba.
Y se escuchaba siempre
porque a mí me despertaba,
y se escuchaba siempre
porque fuerte a la barca le remaba.
Y al estar en ella
sacaba un verso
de la vela que soplaba
o del mástil que apuntaba
hacia el espacio que miraba.
Era un verso carmesí y plata
que alumbraba,
un anhelo del alma que escapaba,
un suspiro tan sólo que del cielo murmuraba.
Era un verso tan bonito
que a mí me ilusionaba.
Era un poeta, era un poeta
que a la mar cantaba
y a la ola le besaba
y me dejaba absorto cuando le escuchaba.
Era un poeta que me enamoraba,
que se fue en la cresta
cuando el viento le soplaba,
que se fue a la mar
en la ola que soñaba,
que se fue a la nada
en la espuma que le amaba.
Vivo en ti
Posted 31/10/2008
on:- In: amor | clarodeluna | literatura | poesía | Salvador Pliego | sentimientos
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Si se pudiera diluir el alba
viviría en ti como la aurora
y tendría noches, alientos y perfumes
que vivirían en ti como tu sombra.
Vives en mí, vivo en ti como tu boca,
y cada beso que me toca
de alelí el cielo vibra y goza,
y te siento como el alma de la rosa
que del pecho su capullo alboroza.
Vivo en ti, así la noche lo pregona,
así la lluvia lo asegura,
y de tus ojos miro y veo
lo que palpo, siento y quiero:
un jazmín de bella forja,
un laurel de hermosa alondra.
Vivo en ti como la sombra
que desprende canta y ama,
y se anida en tu boca
cuando besa y alborota.
Salvador Pliego.
Extraído del libro: Poemas Claro de Luna.