Posts Tagged ‘beso’
Siguiendo a tu boca
Posted 10/10/2012
on:- In: amor | beso | Pasión | poesía | Salvador Pliego
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Hay un olor a manzana que nace en tu piel
y otro sabor a cerezo que hila avellanos para florecer.
Cuando tu voz se aleja de mí,
se descubre ese verso y el miedo del árbol atando alhelíes.
Y hay un olor a ciruelos goteando en las hojas,
cayendo en rodajas, perpetuando un abril;
ahí es que mis manos se pierden de ti.
Como la savia que baja y en las palmas se agota,
en tu garganta un pálido silbo se escapa
para que el celeste lo anide si no está tu boca.
Entonces mis manos se pierden de ti
y es a tus labios que quiero encontrarlos.
Para que yo te siga al sol le persigo,
porque ya noche en el lecho te aguarda,
y ahí es que mis manos, siguiendo tu boca,
se inhiben, y a corta distancia se hunden en ti.
¿Cuánto de ti me he llevado que tu garganta se pierde?
¿Cuánto es que el río llora al correr su torrente?
Y tu voz, preciosa y silente, se aleja del cuerpo, se fuga de ti.
Donde se pierden mis manos tus labios se ausentan,
pero tu boca viene y me lleva, vuelve y me acerca.
Porque es así: entre mis manos, te vas;
pero en tu boca, mi boca te encuentra
para dormirse sonriente, tranquilo, de nuevo en la gloria.
Salvador Pliego
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La última canción fueron tus besos
Posted 15/07/2012
on:- In: amor | beso | boca | Desamor | poesía | Salvador Pliego
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Mi vuelo triste… Y yo cantaba.
Lo que la noche alumbró. Lo que el águila perdía.
A ti, mujer, a ti, en la más profunda acequia de mi alma.
¡Oh trino de pescadores encallados!
¡Oh besos escondidos en la tierra!
¡Oh clandestinidad del pájaro sin vuelo!
Nada se levantó del suelo sino la turbia soledad del cielo.
Y mi corazón fue ese hormiguero de besos.
Tan tuyos y míos, como los brazos atizados,
como las luces de astros en los cuerpos.
¡Ah del elixir que el amor repartió
y que nos sumergió entre cruces de silencios!
¡Ah de las bocas de espadas y sollozantes,
enredadas en las ramas y en las nubes,
en el maíz cortándose a granos,
y que una y otra vez se ensancharon como alas, y volaron!
¡Ah del aroma que fue pólvora y granizo,
y fue lo más dulce del sabor y el sentimiento!
¡Nada!… Ni el amor dejaste, ni los ojos abiertos
de las islas donde anclamos,
ni la levedad del rostro ante el muro de la noche,
ni la corona de tiempo que en mí albergaste y guardaste.
Ahí quedaste, como un fruto en estampida,
como la máquina devorando su polea.
Y mi corazón vuelve y te vuelve… y a veces canta.
Por donde las cordilleras y el rocío se terminan,
mi corazón migra y hace vuelo.
¡Ah, mi canto triste… la noche triste… el viento triste!
Detrás de las corolas aún se escapa un sentimiento.
Salvador Pliego
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Poemas cortos de amor
Posted 10/07/2012
on:- In: alegría | amistad | amor | poesía | Salvador Pliego
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Pronunciamiento
Te diré, mis vocales comienzan con “Mi cielo”.
Pero, mi alfabeto es mil veces más profundo y delicado:
comienza con un beso y termina con “Te quiero”.
Estrategia al besarte
La estrategia de mis labios
no es tocarte, no es rozarte;
en un rincón de tu alma,
donde gustes, donde quieras,
sacar el fresco de la tarde…
y besarle.
Crepúsculo
¿Eres el cielo? –Le pregunté.
A veces –Me respondió.
Apagué entonces la luz
y clavé en ella mis ojos para ver el amanecer.
Extasiado
En esa, la avenida de las aves,
me maravillaba ver abrirse
la cola majestuosa de los pavorreales.
Pero, el día que una de ellas se despojó
de plumas, de aretes y prendas interiores,
mis iris se alumbraron
y, emocionados, se llenaron de plumaje, alas…
y fueron a cubrirle.
Salvador Pliego
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Cuando es tu beso
Posted 08/06/2012
on:- In: amor | beso | boca | poesía | Salvador Pliego
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Beso tu boca.
Sobre las cuerdas de una viola se agotan las mudas horas.
Los tactos truecan, relampagueantes,
sonidos leves, besos de aves,
tinieblas pardas que se enrojecen
y en los semblantes tiemblan o palidecen.
Beso tus labios.
El roce acalla los dos perfiles.
Y en esas torres que nacen de los suspiros
recuesta el gozo el halo de un chasquido.
Te rozo entonces un labio para apreciarlo,
para que escape el dolor del beso,
para que irrumpa el sabor de un mundo.
Froto tu lengua… Tu dulce lengua.
Cruzo el amor al borde: lo impredecible, lo inagotable.
Bajo tu lengua duerme la noche.
Sobre tu lengua atraca el desliz de un hombre,
se esfuma el cielo, se anega un beso.
Junto a tu lengua mi lengua duerme.
Toco tu beso:
como se muerde el grano y es sal de llanto,
como se ondea el latir cuando naufraga el pecho.
¡Y con ese beso me arde, cual sol, el mar adentro!
Toco tu beso… ¡Bendito beso!
Y dejo al alma junto a esos labios
que tienen miedo a ser tocados,
que tienen rabia si son soltados.
Libo tu beso.
Y en el celeste trigal de mi alma
sabe mi boca lo que es la flor cuando se toca el cielo.
Salvador Pliego
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Te quiero así, con todo…
Posted 21/05/2012
on:- In: amor | poesía | Salvador Pliego | Te quiero
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Y sin todo, o con todo,
me dueles más que el aire,
me hieres más que el frío,
me irrumpes más que el soplo.
Te quiero, pese a todo.
Te amo y me condeno
a tu beso sentenciado,
a una costumbre eterna
de verme involucrado
a una sonrisa tuya
calentándome la mano,
a un gesto extraviado
que fácil me captura,
a un movimiento corto
que absorbe el sin sentido.
Con todo, y pese a todo,
me dueles como el frío.
Mi corazón se entibia
encarnándose contigo.
Te quiero y no me falta
la humedad genuina:
esa caricia de agua,
esa alegría del alma
que engendras en tu sino,
ese murmullo interno
que me habla convencido.
Por todo cuanto llevas,
o cubres cuando me hablas,
será que necesitas
el hielo de mis manos,
será que siempre enciendes
las chispas de mis ojos.
Te quiero así, con todo,
y te amo –lo sentencio-,
donde brota aquí mi frío,
donde escondo aquí tus labios
que hacen mi cobijo.
Mi mundo va en tu abrigo.
Salvador Pliego
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Racimos a mi madre
Posted 27/04/2012
on:- In: Madre | Mamá | poesía | Salvador Pliego
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Cuando tú tenías la cicatriz del cielo
y tus ojos –dos yelmos de agua dulce-
a mi rostro penetraron como dos aspas,
un torrente de temor fluyó a mirarte,
y la herida de mi pecho
exhibió la soledad de un hombre
al cerrar sus ojos y bajar la frente.
“No llores”, respondiste.
Y como una corona de niebla
que navega en altamares, tomaste mi mirada,
y en ella un beso de viento y cordillera anidaste.
“No llores.”
Y una sonrisa de beso y alas brotó desde mi frente.
Salvador Pliego
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Tu beso me suena a alegría
Posted 03/04/2012
on:- In: alegría | beso | poesía | Rubor | Salvador Pliego
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Dichas por perlas tus letras
y un cetro de crema
que apunta y engarza
a mitad de tu boca,
donde un nidal de avecillas
cristalizan sus alas
-rubor de mi dorso si le tocan tus plumas-,
donde un color de gacelas
brincan de hinojos
-azoro en mi sien si siente tu piel-,
donde traban destellos el anís y avellanas
-estupor de mi tacto al barniz del topacio-,
que te pintas el rostro, corazón de amaranto,
y dibujas cosquillas en tildes del geranio.
Por tal alegría, tu beso me arrima,
me vuelve frescura, me lanza a la lluvia,
me aturde de cielos como mil floreros,
me deja en la cumbre pidiendo su rima
y me baja a tus labios, cual chispa y hogaza,
para colorearlos y repintarlos.
Salvador Pliego
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Eres desde el arrullo
Posted 06/03/2012
on:- In: amor | Arrullo | Campesina | poesía | Salvador Pliego
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Bajas en el arrullo y te vuelves sombra.
Sólo cuando el cielo entibia mi boca sube.
Y mis manos buscan, azuzadas y sorprendidas,
la enarbolada de un suspiro,
el aupar de tu respiro.
Eres la campesina del beso y las caricias.
Tu boca unta la miel de cieno
y brotas como si fueras el musgo en un barbecho.
En la tierra dormida socavas su ruta,
como una piedra que brota desde la minada acequia,
desde la más dulce ternura desenterrada.
Sólo mis manos excavan y frotan.
En la terrenal soledad de mi alma, siembro tus besos.
Entonces brotas, entre arrullos, como la flora.
Y tu boca se esparce como semillas,
como el velaje del sol que arropa.
Salvador Pliego
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Un solo beso
Posted 03/11/2008
on:- In: amor | literatura | poesía | Salvador Pliego | sentimientos
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Llega tu vientre y bebo.
Baja tu boca y sorbo.
Desde tus ojos río, sufro y devoro.
Junto a tus manos ese desliz de brisa yo lo incorporo.
Subo a tu frente y ahí, en tus poros,
voy, me declaro y luego me escondo.
Y un solo beso todo lo prende,
todo acapara, todo retiene;
se vuelve frágil tu lengua y cato
lo que en tu boca de ti desprende.
Vuelvo sobre tu dorso fecundo y labro
lo que en un soplo formulo y dejo:
dos labios sobre tu vientre,
los que estremecen…
los que con besos sólo te entienden.
Salvador Pliego