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Hoy voy vestido de verso y alegría
Posted 03/05/2012
on:- In: alegría | poesía | Salvador Pliego | Verso | Vida
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Saldrás ahuyentada de mí.
Te irás vociferando con tu espuma de nitrato
y con la misma yugular que siempre cuelgas en los labios.
¡No es tu tiempo! –te diré.
Y te morderé el cuello y el espanto
y todo aquello que cuelgue de tus brazos o tus senos.
¡Hereje, casquivana! – te gritaré donde te encuentre.
Te cortaré la hambrienta mirada
y arrancaré los cofres que muestras en el vientre.
Aunque me ofrezcas el arrobo de tu sexo
y la perpetuidad de tu alquimia,
te miraré de lado, con el gesto en compostura y corpulento.
Ataré entonces el día, la miel del girasol,
alguna estrella inconclusa,
una hebra de cielo y nube,
un ave peregrina llenándose el pico de lunas
y una que otra bruma,
y los meteré a mi talega
para cruzar el sur en su avenida.
No es tu tiempo, muerte,
hoy voy vestido de verso y alegría.
Salvador Pliego
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Bailando bajo la luz de un faro
Posted 29/03/2009
on:- In: amor | poesía | Salvador Pliego | versos
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Satín y gloria, perfume fresco, arrebol e incienso.
De punta el baile y tu cintura endeble.
El amor a un paso: fugado, besado y arrebatado.
Serpentina de aire, bocanada y soplo
que en los brazos fluyen y vibran exhalando allá en lo alto.
Tremolina que me envuelve al colgarme de tu cuello
y el resuello de tu boca en mi boca hecho jadeo.
Tras tus encarnados labios doblo el cuerpo en zapateado vuelo.
Y ese faro que te mira…
Silenciado ante el redoble paso,
al paso de tu aliento en que me baila el alma
y me salpica la melancolía.
Rubor de gaita y perla fina,
¡tan sólo a un paso de tu boca!
Y tu sonrisa peca en mí como abstraída.
Y mi arrebato sufre en ti desesperado.
¡Que se fuga el beso!
¡Que se esfuma el viento!
¡Que se pierde el día!
El amor a un paso…
¡Ah!… Acallado y ciego, despojado y mudo,
seducido y tierno.
Y tú, entre las sombras… a la luz de un faro.
En la más fugada e intermitente estrella,
la noche te habla y tu corazón palpita.
El amor se prende como el faro viejo que en tinieblas duerme.
Y yo, a sólo un paso de tu boca,
bailo un sueño en el mínimo espacio de tus brazos,
al compás del viejo faro,
al compás de tus albricias,
suspirando melodías.
En la vastedad de mi alma emerge tu sonrisa… y bailo.
Salvador Pliego
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