Posts Tagged ‘mujer’
Siguiendo a tu boca
Posted 10/10/2012
on:- In: amor | beso | Pasión | poesía | Salvador Pliego
- 20 Comments
Hay un olor a manzana que nace en tu piel
y otro sabor a cerezo que hila avellanos para florecer.
Cuando tu voz se aleja de mí,
se descubre ese verso y el miedo del árbol atando alhelíes.
Y hay un olor a ciruelos goteando en las hojas,
cayendo en rodajas, perpetuando un abril;
ahí es que mis manos se pierden de ti.
Como la savia que baja y en las palmas se agota,
en tu garganta un pálido silbo se escapa
para que el celeste lo anide si no está tu boca.
Entonces mis manos se pierden de ti
y es a tus labios que quiero encontrarlos.
Para que yo te siga al sol le persigo,
porque ya noche en el lecho te aguarda,
y ahí es que mis manos, siguiendo tu boca,
se inhiben, y a corta distancia se hunden en ti.
¿Cuánto de ti me he llevado que tu garganta se pierde?
¿Cuánto es que el río llora al correr su torrente?
Y tu voz, preciosa y silente, se aleja del cuerpo, se fuga de ti.
Donde se pierden mis manos tus labios se ausentan,
pero tu boca viene y me lleva, vuelve y me acerca.
Porque es así: entre mis manos, te vas;
pero en tu boca, mi boca te encuentra
para dormirse sonriente, tranquilo, de nuevo en la gloria.
Salvador Pliego
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Silueta
Posted 24/09/2012
on:- In: cintura | Imagen | mujer | poesía | Salvador Pliego
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Ese espejo tuyo me lleva.
Esa imagen me devuelve.
Es fresco estar en ti por las mañanas.
¿De dónde naces?
¿De dónde vienes?
¿A quién otorgas tu forma preclara de contorno?
Eres la lluvia contoneada y la humedad
esmerilada de las gotas.
Tu perfil fabrica los bordes del amor,
la dermis avivada e inalcanzable que emerge con la noche.
Por tu boca navega la dulzura.
Y al morir y revivir parece que alumbras las estrellas.
Tu gentil forma atardece el corazón y lo hace espuma.
¡Es fresco estar en ti!
Tu efigie se torna mi morada
y el dibujo blanco de tu cara
es el símil del aire en mi alma.
¡Es fresco estar en ti por las mañanas!
Sobre tu estampa el hierro en dulce se proclama;
y suele ser tan dulce,
que es hoja, verde y tallo,
de una flor de azúcar y de agua.
Eres la pulpa de una luna silenciosa.
Tienes la forma del color de la solana
y un ave que saluda y luego canta.
¡Es fresco estar en ti por las mañanas!
Salvador Pliego
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Madera
Posted 20/09/2012
on:- In: Belleza | Cuerpo | Madera | mujer | poesía | Salvador Pliego
- 7 Comments
Dúctil y fibrosa abres tus brazos
como si fueras el elixir natural
o la esencia misma de la tierra,
o el coctel sarmentoso y terso
que engulle al verde, al café de las cortezas.
Vienes del nogal sonriente,
o del barniz puro que el lapacho ofrenda
y consagra a sus viveros,
o de las hayas ofertando sus cornisas,
o de los talis regalando sus aceites.
Te llamo: Dulce mía, Amada, Corazón de mi alma.
Y eres esa especie rojiza que el amor decora,
ese amarillento color de cabellera,
ese castaño suave y delicado que baja en tus mejillas,
ese blanco en crema tropical que aroma,
el encolado rosáceo que torna tus muslos
y entrelaza con marrones tu cadera en los vaivenes.
En tu boca se difunde la carpintería
del beso llamativo,
de la enchapada agonía,
de la rama que muestra su trabajo de ebanista.
Yo a veces subo, te picoteo, canto,
hago de tu tronco mi morada.
Y tú abres tus brazos para acogerme
en tu hermosa veta de madera
o para anidarme
en tu violáceo tallo que me embriaga.
Salvador Pliego
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Ella
Posted 24/04/2012
on:- In: Ella | Eva | Fantasia | mujer | poesía | Salvador Pliego
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Me siento,
sin más,
frente a un espejo…
Miro la improbable existencia del absurdo,
la equidistante salvedad del infinito…
Y me siento.
Creo en mi mente lo impensado, la particularidad, el instante;
la forma de un ser que se define por antonomasia,
la figura en óleo que sobrepasa los linderos
y esmerila los primigenios colores del entorno.
Me siento, nuevamente,
sin más, frente a un espejo…
Sin tocar la esencia, emana la frágil pluralidad del ente
que no se sabe rosa,
el sino propio del aroma
que solamente su volatilidad el pájaro trastoca…
Como si del espejo brotara lo inexistente, lo que no es aún,
un doble bosquejo de sonrisas extiende su índice
y yo lo toco con el mío.
Sin más, en la hirsuta voluntad del cosmos
donde el heliotropo duerme su azulado anillo de amaranto,
se crea la iridiscente forma de mujer.
Me siento frente a un espejo… Y me vuelvo universal al verla.
Yo le llamo: Eva;
y ella me nombra: Mío.
Salvador Pliego
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Volando
Posted 09/11/2008
on:- In: amor | literatura | poesía | Salvador Pliego | sentimientos
- 12 Comments
Cresta sinuosa de azul tonadilla
en la brisa que toca y luego acaricia,
derrama el paisaje y ¡ay!,
desliza sus besos con tanta delicia.
Flotan curiosas sus bellas flotillas:
las nubes de mimbre, las aves cantoras,
frondosas guirnaldas y del viento sus rosas.
Se van como velas, se llenan de aromas
y a veces risueñas hacen sus cabriolas.
Pintadas sus gamas, amadas sus caudas,
sembradas de aires sobre las montañas,
cargando sus plumas de claras fragancias,
llenando las copas de gotas preñadas.
Se van sobre picos sonrisas
que emanan galantes sus alas:
copiosas y abiertas, de lunas tatuadas,
tocando suspiros que brillan cual hojas
por cada lucero que irrumpe en mañanas.
¡Ay!
Volando destellan, volando se escapan,
los sueños del alma que nunca se acaban.
Volando cual blancas, cual blancas gaviotas,
que alumbran las rutas por siempre deseadas,
como un par de novios que nunca se agotan.
Volando los sueños, volando las almas,
se llenan de amores y nunca se acaban.
Y un día que se tocan
¡ay!
se juntan las alas para enamorarlas.
Salvador Pliego