SALVADOR PLIEGO – POESÍA

Bonita


Video de Amelia Prieto. Poema de Salvador Pliego.

I
¡Bonita!
Mi alma tórrida y aguerrida te busca
entre los páramos para saciarse.

En silencio te imagino como eres:
el verano del follaje y las azaleas,
picoteando uvas dulces y pistilos.
Llenas pájaros y zurces alas en las nubes.

Emigra mi alma a cualquier rincón para buscarte.

El trino de la lejanía, suave y delicado,
se esparce, sacude y hace eco.

¡Bonita!, te imagino como eres.

Mi alma se complace y vuela incógnita para saciarse.
Arte y vuelo se conjugan
y te escapas entre plumas, alas y enramadas:
lúcida y coqueta, indómita y endeble,
taciturna y sonrojada.
Te imagino atrapada en la espesura.

Trasluces los colores y los mezclas,
aromática y seductora, trigueña flor en vilo.

Mi alma excitada te dibuja como eres.

II
Sonrojada y aún tienes el color de primavera.

Coqueta y provocadora o pizpireta.
En ti la primavera se vuelca, nace, se dormita,
hace cabriolas, se destella.

Sestean los canarios apaciguando la maleza.

¡Ah exquisitez de follaje entretejido!
El verde se exhibe por las hojas
y aún sonrojada sobresales por sus yemas.

Primaveras ígneas y candentes caen dormitadas en mis manos.

¡Ah exquisitez de flora incitada!

Expresiva vas de rama en rama;
Alegre desnudando o ataviando la corteza;
Risueña al sí de la simiente;
Jovial del canto, hojas y de bulbos;
Perseguida y acorralada por los tallos;
Descolgando lianas de las frutas;
Saboreando delicias y el aroma.

¡Ah exquisitez avivada e incitada!

Sólo tú, sonrojada y coqueta,
sin más ropaje que aquel que insinúa tu mejilla,
despiertas mi ilusión y la fecundas.

¡Ah exquisitez de fruto avivada!

Naturaleza pródiga, excedida y embriagante.
Llevas anexa su sustancia enriquecida.

¡Ah exquisitez sonrojada e incitada!

IV
Coloreada muñequita aterciopelada y fucsia,
te miras apenada y retraída
y el contorno en tu mejilla
me despierta sensaciones contenidas.

Tu rubor de flora;
Tu exquisita mirada introvertida
se cuela coqueteando
y se expresa firme y sugestiva.

¿Será que apasiona
el transcurrir del viento
y se hechizan los gorriones
en su retozar y gusto?

¡Ah tu sonrojar en tinte!
Otoño sutil en el deshojar aciago y triste,
me arrebata el deseo puro y contenido
y circunscribe el madrigal a tu estival decoro.

Coloreada muñequita en jazmín y fucsia:
preciosa, fugaz e introvertida.
Despiertas mi pasión colosal y desmedida.

V
Déjame sembrar, amada mía,
la sílaba que brota de tu cuerpo:
transparencia de carne hilarante;
diamantina en tus muñecas;
la piedra preciosa en tu pecho;
coctel vacío de frutas en mi boca;
bóveda esculpida en zafiro;
uva cortada en mi viñedo;
racimo jamás abierto a la cosecha;
flor no tocada por el polen;
polen esparcido en tus rodillas;
rostro de cristal jamás pulido;
aves trinando cuando callan;
césped durmiendo mientras duermes;
avenidas de pasión en tus caminos;
luz subliminal entre los párpados;
cascadas de agua en tus cabellos;
rocío frenético que no evapora;
tonos de colores en tus cejas;
andamios de deseo entre tus pechos;
recital del eco entre tus labios;
dulzura del sonido por tu cuello;
arrebato incalculable del aroma;
aroma exquisito de mañana;
suavidad de muslos esperando;
paraíso en tu vientre encendido;
dibujo de silueta en tu silueta;
mármol forjándose en tu espalda;
tersura frotada de franela;
acopio de ternura acostada;
sueño de volcán enmudecido;
cadera que el insomnio regatea;
vida que brota como vida;
de tus piernas la vida acurrucada;
muestra de fragancia entre mis manos;
belleza de mujer en tu belleza;
hermosura de tu cuerpo, toda mía.

VI
Y la noche cayó como tu cuerpo al mío.
Saberte mía como al vuelo las plumas,
como la hoja a la rama.

Ebrio pescador de océanos;
Alpinista en la cumbre inalcanzable;
Carpintero en la fina madera;
Me prendo de ti y sacio la larga noche de fruto,
y todo se vuelve claro, transparente, inmune.
Todo de ti es fresco como la uva.
Todo de ti es inmenso y pequeño.

Ah saciedad del viento sobre las ramas.
Penetro tu cuerpo al más puro contacto,
y al roce, el roce como el latido,
vuela mi mente sin freno y sin tiempo,
se esparce infinita donde el espacio no ha ido.
Y al roce, el roce como el latido,
se prenden y apagan farolas celestes,
se vuelcan los elementos creando los nuevos,
se agitan y calman los mares sedientos.

Y la noche cayó como tu cuerpo al mío.
Ah larga noche de cuerpos y nudos;
Del contacto y la transparencia y la fuerza.
Y tus ojos, tus ojos como los besos,
en la misma silueta que amaba:
profundos y negros, alegres y tiernos,
acogidos en la frontera misma del tiempo,
permanentes como el deseo y el ansia,
dulces como el almíbar en fruto.

Y los besos, y los besos como la sangre latiendo.
Latirte como el cuerpo que es mío.

Y la noche cayó como tu cuerpo al mío.
Y los besos, tus besos, latieron mi pecho.

VII
Ebrio de luz y de noches mi boca se prende a tu boca.
Como niño al juguete nuevo me dejo llenar de alegría.
La gaita se asoma a mi alma.
Trinan las arpas sin cuerdas.
Del sonido en mi pecho la flauta desborda su nota.
Irrumpe el acorde y la melodía.
Resuenan tambores, violines, timbales,
clarines de oro, tubas de nieve,
saxofones en crestas;
Flautas transversales y mareas gigantes;
Sales acústicas, blancas como cornetas sedientas;
Trompetas revueltas de fiesta;
Pianos de cola infinitos;
Bajos que vibran y sienten;
Orquestas de chelos y niños;
Platillos agudos y graves;
Madera como guitarras de viento;
Pletóricos acordeones en aire;
Dedos saboreando teclados;
Ecos musitando canciones gloriosas.
Percusiones, delicias, odas sonoras.
Las sinfonías se levantan y flotan.
Y ebrio de ti la música danza.
¡La música danza! ¡La música danza!
¡Ebrio de ti, la música danza!

VIII
Llevas la alegría inmersa que me excita.
Sólo tú te fundes como manantial
y crispas hierro y sangre al contacto.

Llevas la alegría inmersa
que engendra desde el fondo el arrebato incontrolable.

Todo hierve y se prende sobre llamas.
Todo escapa al control cotidiano de los hechos.

Nutres poro y piel, olor y vista.
Rescatas del abismo la mínima impureza.
Mezclas el instante y lo infinito.
Abasteces la vida anudando torso y muslo,
fundiendo el cuerpo en la quimera.

Llevas la alegría inmersa que me excita y extasía.
Me conviertes en fuerza y elemento;
Guerrero enfrentándose al guerrero;
Dios de Olimpo en su túnica de campo;
Arena escurridiza entre los mares;
El viajero audaz en su tropel.

Eres todo lo que el cuerpo me reclama.

Tú fundes mi cuerpo en la quimera.

Llevas la alegría inmersa que me excita y extasía.

IX
Eres todo lo que el cuerpo me reclama:
El pan vivo que se come y nutre;
Sábana de muslo, pierna y pecho;
Sentimiento nacido y permanente.

Eres todo lo que el cuerpo me reclama:
Militancia de vida en tu vida;
El deseo incontrolado, ávido e insaciable;
Avaricia de presencia y existencia.

Vuélcate en desliz hacia mi huida.
Sumérgete en mi cuerpo agitada.
Acógete del sueño que me cimbra.
Sosiégate en mi entraña exaltada.
Anúdate al deseo enardecido.
Amárrate conmigo avivada.
Y deja que se corran, despacio,
sin límite, sin tiempo,
las caricias una a una.

X
Tú fundes mi cuerpo en la quimera
porque acoges soledades milenarias de mi pecho
y las conviertes en furia, bronce y alarido.

Tú fundes mi cuerpo en la quimera
porque exaltas la viveza del detalle,
de la mínima expresión de mi palabra
y maximizas voz y verbo.

Tú fundes mi cuerpo en la quimera
donde habito exaltado o mesurado,
frenético viajero en contrastes.
Te vuelves inquietud, momento y tiempo.
Te creces inventándote en mis sienes
y te diluyes candente entre mis poros.

No escapo al instante.
Me adhiero a tu materia poseyéndola yo mismo.
Abrazo cual caldera de hierro ardiente embravecido
la masa de tu cuerpo
y acumulo en un espacio la mezcla sin hechura.

Te vuelves inquietud de fondo y fundamento.

Esparces vocación de amor y afecto.

Irradias sentimiento que se funde en beso, pasión y tacto,
y dejas huella nacida del contacto.

Tú fundes mi cuerpo en la quimera
y en el lecho,
de tu cuerpo,
nuevos ojos se abren expectantes.

XI
Brotan suaves nectarinas de la tarde.
Mis labios rozan tu piel sobre la espalda.

Sólo los pájaros se atreven a cruzar la línea horizontal del orbe
y picotear su fruto.
Coloreantes tamarindos y pitayas muestran los surcos saboreados.

Mis labios rozan el sabor del néctar
y se crucifican ávidos de lo prohibido.

Y como poseído por su jugo
la tarde me abre espacio acatando el tiempo
y dulces gotas de sabores resbalan por tu espalda.

XV
Como poseída por las flores,
a veces errante y pensativa,
a veces alegre y delicada,
se percibe la melancolía
y te duermes abrazada a los crepúsculos
de silencio y extravío.

Flor volante sin jardín ni huerto,
un halo de tu boca
se asoma por la tarde
y se desprende la belleza en tu oración de llanto.

Te descubro en tu sueño,
en el jardín de tu ilusión y fantasía.

Arropada entre mis brazos
el silencio nostálgico del horizonte
devela los suspiros de tu pecho adolorido,
y en la belleza de tu tez desnuda
se cobijan mis deseos
de verte en mi huerto zaherido.

Flor de mirlo, azucena y peregrina,
cuando duermes evocas mi melancolía.

XVI
Irrumpe el verso como el susurro al oído.
La noche clama la cópula amada.

En la lejanía, el viento sopla y el silencio ciñe su rostro.
Por sus poros, las sabanas blancas se anudan y trenzan.

Del otro lado, el horizonte declina la aurora.
La luz se esparce en la nada.
Saltan esporas que se incrustan al alba.

Del susurro la voz amada emerge a la vida,
y el verso habla un sinfín de palabras.

Las Flores

Voy, vengo y recorro
la madre naturaleza,
la madre tierra y su corteza.
-Nunca pude serenar mi alma.

Del más recóndito escondrijo,
de sus cataratas o piedras diluidas,
de las cuevas que cobijan larvas
o de las solitarias avenidas de ríos y riachuelos,
sólo la flor pudo arrancarme un espasmo y excitarme.

Flores blancas, azules, violetas y multicolores,
o pálidas, invisibles e inmoladas.
Cromáticas bellezas de las cumbres.
Aperladas aguamarinas sumergidas,
o simplemente obscuras mantas que sobresalen en capullo.

Flores que se bañan en las copas nevadas de la altura,
o se descubren a si mismas desérticas, marítimas o soñadoras.

Flores adheridas a la arena
o nacidas en cristalizadas rocas con sabor y tesitura.
Muestras de pureza y mutación.
Enjambres de fragancia y delicia
que en la suave brisa bailan.
Campos sembrados de alhajas opalinas.
Eternas amantes o pequeños querubines apegados a la tierra.

Voy, vengo y recorro
los capullos en su vasta senda.

Mi alma en busca de colores.

Cada una me abre sus pétalos para enredarme.
Aventurero errante y fugitivo.

Tulipanes que en mis manos suavizaron las arrugas.
Pensamientos amarillos, perennes e inquietantes.
Girasoles de la luz y de los astros.
Laicas amapolas o resbaladizas azaleas.
Begonias, dalias, azucenas.
Iris derramadas y acogidas.
Narcisos dorados y apenados
Geranios líricos del amor y el desenfreno.
Rosas que rubrican, entre beso y beso, el amor atardecido.
Rústicos claveles de lágrimas amadas.
Solitarias margaritas que en la soledad se crecen.
Orquídeas ataviadas en los ramos y en los velos.

Todas y cada una se enredan en mi alma.
Aventurero y colibrí sediento, extraigo su dulzura y la delicia.

Voy, vengo y me extasío.
Mi alma en busca de delicia.
Fugaz aventurero trotamundo.

Llevo la flor, la flor exquisita y única
de aquel pórtico profundo y mío
donde el alma recatada se cohíbe.
Soy el viejo aventurero que ante la flor tiembla y se serena.

Llevo la flor, la flor del alma en vuelo:
alegre y vivaracha, jovial y bulliciosa.
Llevo la flor: a ti, a ti Preciosa,
enredada y rubricada, alborotada y bullanguera,
la flor que me apasiona, prende y extasía,
la flor de amor profunda y mía.

Voy, vengo y me revuelco en la alegría.
Te llevo a ti impregnada, preciosa y florecida.

Llevo la flor en el alma florecida.

Salvador Pliego

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21 respuestas to "Bonita"

Como siempre un orgullo leer tu poesia.

LOS POEMAS DE SALVADOR PLIEGO ME HAN GUSTADO MUCHO, EN PARTICULAR
SUS POEMAS DE AMOR, TE TRANSMITEN COSAS QUE NO SE PUEDEN EXPLICAR.

Un bello poema …muy romantico…de un corazon lleno de amor.

soñar despierta,
eso sucede cuando leo y releo sus poesias.

gracias

cariños desde Chile.

Ojos verdes

¡Que lindo es mirar tus ojos verdes
rodando como dos luceros
que se encienden
para robarle suspiros al viento…!

Que lindo es mirar tus ojos verdes
hablándome de la luna
y de los versos de Neruda.

Tus ojos
como un delirante torrente de sueños
se abren para dejarme entrar en ellos.

Y pienso; ¿Qué es poesía, sino tú?
Y tus enormes ojos verdes de cielo.

¿Qué es poesía?
¡Sino tu mirada donde vuelo!.

Con mi cariño y respeto.

BONITA, una verdadera maravilla poder desgranar sus versos llenos de música e imagenes poderosas. Un cordial saludo
Mercedes e Isabel

Agggg!

¿Pero por qué escriben poemas tan largos?

Me ha gustado de momento la 5 y la IV no está mal.

Será que me he acostumbrado a leer post cortos y de pronto me chocan los extensos, a parte de que no tengo mucha costumbre de leer poesía, aunque como toda excepción confirma la regla tengo un libro de Seamus Heaney, la Antología poética editada por Brian Hughes.

Ya te iré contando, explorando … y bebiendo.

Un saludo

Ahh
Tambièn me ha gustado este poema de Miguel Sanchez Robles , de la «Desecación de la Alegría», el primero que leo suyo.

http://miguelsanchezrobles.blogspot.com/2009/03/miguel-sanchez-robles-plaquette.html

tus poemas son frescos y vivos
me han gustado

besos y gracias por tu visita

Hermoso! hermoso!…hermoso!…
caballero, yo de visita, usted no aprenda malas mañas, nada de perderse…ah!.

un abrazo grandote como la via lactea

….releerte es lindo….

Un placer cada palabra de tu poesía, resplandece! recibe mi saludo

http://aguacateyfresas.blogspot.com

Un placer leer cada palabra de tu poesía, resplandece, recibe mi saludo

http://aguacateyfresas.blogspot.com

Un placer leer cada palabra de tu poesía, resplandece, recibe mi saludo

…mezclas el instante y lo infinito…

He suspirado y se ha agitado mi alma al leer tu poesía! Eres un grande! Alguien me envió un fragmento de tus poemas, y sabía que no había sido escrito por él, así que lo busqué en internet y tuve el deleit te encontrarme con tus versos. Es un deleite leerte, sentirte en las palabras… Nunca calles la belleza de tu alma, nunca dejes de pintarla y compartirla. Saludos!!!

Recuerdas que te dije que iba a volver?;)
Un beso inmenso

Cuanta belleza, por Dios!!

Un beso.

Gracias por el placentero momento que ya pasó, pero ha nutrido mi alma. A Dios y gracias, gracias por siempre.

Muy bonito..

Ha sido para mi un placer enorme encontrarlo aquí,le he leido en otro lugar y tenia un desconocimiento total de usted y de su obra. La verdad que el poeta construye su mundo y lo colorea como quiere, tiene usted un paleta de colores preciosa.
Mariel

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