Entonces era un niño
Posted 07/11/2008
on:- In: amor | literatura | poesía | Salvador Pliego | sentimientos
- 5 Comments
¡Qué lejos hoy tus besos!
¡Qué lejos los recuerdos!
Las lámparas brillaban…
Yo: niño sin corbata.
Tú: niña en crinolina blanca.
Tan sólo de las manos
y el mundo ya volaba.
Oh ciénega callada,
el mundo yo volaba.
Aún tu boca era sagrada.
Tu mano me excitaba,
y el alma de los niños
se iba en algazara.
¡Qué lindos los recuerdos!
Las lámparas brillaban…
Aún guardo en mi jarro
los tréboles de cuatro
y las hojas de amaranto
que brotaron de tus manos.
Aún llevo en el alma
tus ojos y el halago.
¡Qué lejos hoy aquellos!
Entonces era un niño
y las lámparas brillaban…
¡Qué bellas las bellotas
cayendo por el vado!:
racimos que colgaban,
paisajes que sembraban,
los cántaros repletos
de juegos y de encanto,
las blancas azucenas
colgando en las verbenas,
suspiros que vagaban,
caricias que flotaban,
los sueños degustando
encuentros y alcaparras.
Y tan sólo de las manos,
tan sólo te tocaba…
Tu boca era sagrada.
¡Qué lindos los recuerdos
y estar enamorados!
Entonces era un niño
y las lámparas brillaban…
¡Qué bellas las campanas
que en tu falda se meneaban!
Así yo las sentía
al verlas que sonaban.
A mi me coqueteaban,
al alba le besaban.
¡Qué linda ibas de rosa
prendiendo las mañanas!
Entonces era un niño
y sonaban las campanas,
vagaban por mis ojos
y luego se ocultaban.
Entonces eran bellas,
tan bellas las veredas:
las flores se enfilaban,
las lilas se juntaban,
y volcándose a tu rostro
tu peineta ataviaban.
Entonces era un niño
y las lámparas brillaban…
¡Qué lejos los recuerdos!
¡Qué lejos hoy tus besos!
Entonces era un niño
y las lámparas brillaban…
Salvador Pliego
5 respuestas hasta "Entonces era un niño"

Mi querido amigo, es un verdadero honor y placer seguir deleitándome con tan bellos versos, un escrito tan limpio y puro, tan exquisito y tan tierno. Esos gratos recuerdos que quedan enmarcados en la memoria y en el corazón son un claro reflejo de tu bondad y ternura Salvador, agradezco mucho que nos los compartas con ese entusiasmo y cariño con el que te caracterizas. Mis respetos y abrazos muy afectuosos.


Entonces éramos niños,
mi Salvador del alma;
también yo hice mis guiños,
a un morenito en calma.
Pero cuando intentaba,
tocarle con mis manos,
un mudito llegaba,
nos tenían vigilados.
Bello poema de un Salvador que fue niño,
ya estaba enamorado, por eso su magia y cariño.
Este como que no me quedó igual al otro,
mi queridísimo Salvador; ayúdame a componer
poemas de amor.
Todas las estrellas, besos y abrazos de Dilia.


La ternura que destila este poema me hace sospechar que recibiste ayuda del niño que aún llevas dentro. Hermoso tema y suavemente nostálgico.
Muy bueno y siempre manteniendo la fidelidad a tu estilo Salvador
Fué un gusto pasear por aquí
Abrazos
Ricardin


En tu corazon sigue ese niño….dulce…que hoy hace magia con las palabras….y las convierte en poesia……..entonces eras un niño y ahora un gran hombre.

09/11/2008 a 1:11 am
MI QUERIDO HERMANO, DÉJAME HACERTE EXTENSIVAS MIS SINCERAS FELICITACIONES POR TAN HERMOSA PÁGINA POÉTICA QUE ENGALANA LA LITERATURA CASTELLANA.
TE DESEO EL MAYOR DE LOS ÉXITOS….
CON MI ADMIRACIÓN, UN FUERTE ABRAZO DE TU AMIGO PERUANO.
ENRIQUE QUIROZ CASTRO